No existe nada más
religioso que un humano en desgracia.
Las ideologías nacen con el
propósito de cegar las ilusiones propias del hombre, cuyo objetivo último se convirtió en
fe, podemos oír: tenemos fe de salir adelante, tenemos fe de encontrar un
trabajo, de comprar propiedades, y la acción está sólo y simplemente en acabar
con la idea, lastimosamente, la acción nunca va hacer ejecutada, porque la fe ha
de volverse tan grande que creemos se ejecutará sola.
El hombre ha sido preso de las
diferentes y variadas ideologías de estado, una muy marcada, es como el hombre
con su fuerza de trabajo pudo generar dinero, pero ¿Será que al capitalismo ha
de interesarle esto? nunca. El hombre interiorizó el demandar dinero como
fuente de riqueza, ¡Que riqueza! Si el dinero ganado sólo se
hace con un objetivo y fin último, que el empleado crea tener la idea de estar
siendo feliz o salir adelante, cuando el capitalismo lo único que hace con esto
es cegar sus ideas y garantizar que el sujeto venga por mas recompensa mañana.
El tema de la fe, y
¿quiero acercarme a la respuesta de qué es fe? ¿Será posible? La primera
dictadura de la iglesia, la fe divina. Buscando el significado de manera
explícita se puede observar como ha sido un término implantado por la religión
y la mitología bíblica, para llegar a un ser supremo nunca antes visto, es
decir, creer en lo que no se ve.
El hombre lleva consigo el cargo de
conciencia, cuando cree no haber correspondido el amor divino, considerando la
manera más fácil, yendo al templo de salvación, adorando imágenes implantadas
socialmente para que nuestras ideas asuman contemplación y nuestra conciencia
salvación.
Será posible encontrar espiritualidad, si
tenemos el concepto de ser humano libre, cuando la vida mundana asecha mi
diario vivir, cuando somos seres más emocionales, que racionales, la emoción
corroe cada instante, cada momento, cada aventura y hasta cada palabra, somos
seres libres, que podemos morir mañana.
Hombres
libres ¿y la fe?
Creo que encontramos la fe; creo
hallarla en el sustento del pan de cada día y reprimirla en la búsqueda de la
felicidad, es ahí donde siempre nace nuestra fe; la fe divina sólo la buscamos
cuando tenemos un problema o sentimos miedo, nos refugiamos en oraciones y
plegarias.
Nuestro medio nos vuelve seres para el
consumo, consumimos siempre y a cada momento, satisfacemos nuestro vivir con
lujos ¿Será que sobrevivimos? Sólo deseamos y compramos; no es una crítica al
consumo simplemente es la realidad de lo que nuestra sobrevivencia se ha
convertido, un verdadero manifiesto de poder, al llenar nuestras vidas de
ostentaciones que muchas veces no necesitamos; en ciertos momentos como seres
sociales debemos compartir con los demás y darnos gusto con algunos lujos que
queremos y por los cuales quizá hemos trabajado, pero en la actualidad sólo lo
hacemos queriendo disfrutar de la vida babilónica.
Inverosímil es pensar y mencionar la
educación en un país del tercer mundo, o una educación que tiene pocas horas de
ética en su currículo y rebosan las ciencias básicas, cuando en un país como éste
nunca habrá investigación si no se soluciona primero las necesidades básicas
del hombre (la vivienda, la salud, la alimentación, entre otros requisitos de primer orden).
Las personas estamos más que educadas;
condicionadas a ser lo que el resto de la sociedad quiere que seamos.
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